La imposible perfección.

Nunca me rindo, siempre lucho como el primer día.

Es cierto. No soy perfecta; y me hacen gracia las personas que se lo creen. Las que cuando se caen lloran y cuando tienen un problema se les cae el mundo. Cuando me siento pequeña me pongo tacones de 15 cm. Cuando no me siento bien, salgo a la calle y me como el mundo. Me fumo el aire. Cuando me voy a tropezar me levanto con la cabeza bien alta. Cuando voy a besar el suelo de las hostias que llevo, me pinto los labios para dejar huella... Cuando me cae una lágrima la acompaño con una sonrisa, y así todo es más fácil.

Pide un deseo

Yo siempre he deseado tener una casa en mitad del campo al lado de una carretera. Pasar todo un invierno encerrada contigo, hacernos el desayuno cada mañana y encontrar la chimenea encendida. Bailar una canción romántica enredada entre tus brazos bajo la luz de la luna. Fugarme contigo a un concierto de Pereza y no saber dónde vamos a pasar la noche.   Viajar a Nueva York sin soltar tu mano y montarme sobre tu espalda en la nube que roza el Empire State. Siempre he querido saber hacer ese flan casero que me hacia mi abuela, o ser la anfitriona de una fiesta sorpresa y salir disparada con la cara contraída para no llorar. Siempre he deseado contar las veces que compartiriamos la cama, y me he adelantado al perder la cuenta de las veces que te quise como algo más que un amigo.

Lo reconozco, tengo un problema

Soy de esa minoría de personas que sueñan en buscar a el hombre ideal. Desde pequeña siempre he soñado con un príncipe azul. Ahora, estoy cansada de besar ranas pensando en que algún día se convertirán en un príncipe. Y esque la dura realidad es que no pasará, porque los príncipes solo son una fantasía que aparece en los cuentos para niños... Por esta razón, todas las noches sueño con un hombre perfecto. Es solo un sueño, pero mientras duermo se convierte en algo real; tan real como la vida misma. Lo único malo que tiene, es que al final hay que despertar.

Titanic's

"Verás, siempre llevo cuanto necesito: aire en mis pulmones y unas cuantas hojas de papel en blanco. Me encanta despertarme por la mañana sin saber qué me deparará el futuro, a quién conoceré o dónde me llevará la vida. Creo firmemente que la vida es un regalo y no pienso desperdiciarla. Nunca se sabe qué cartas repartirá la próxima vez; aprendes a aceptarla tal como viene, así, cada día cuenta''.

¿Qué puedes hacer cuando todo lo que tocas se derrumba?

¿Qué he hecho? Desearía poder escapar de este barco que está a punto de hundirse, porque ahora siento sobre mis hombros el peso de la culpa e intento aceptar la verdad, ya que a veces, la vida no es justa. Me pregunto si podré empezar de nuevo, si alguien me dará esa oportunidad...

Y tú, ¿Qué quieres?

Quiero levantarme por las mañanas y ver tu cara nada más abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me llames princesa, que me abraces, que me beses, que te pongas celoso de otros chicos. Quiero tenerte cerca, que intentes hacerme reír, que te mueras por verme todos los días, que no llegues tarde, que salgas únicamente para verme a mi, que no dejes de lado a tus amigos por mi, que vivas cada día como si fuese el primero y que me digas te quiero cuando lo sientas.